Desmontando el mito de las gafas progresivas

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Siempre digo lo mismo, para mí lo peor de cumplir años no es ni la pérdida de firmeza, ni las arrugas, ni los kilos de más, lo PEOR, sin duda, es la pérdida de visión.

Miope desde la adolescencia y con vista cansada (presbicia) desde hace unos pocos de años, no les negaré que en alguna ocasión me he planteado operarme pero no termino de convencerme y de momento prefiero seguir con lo NATURAL. De ahí que empezara a apostar por las lentes progresivas desde el 2015 harta de llevar varios pares de gafas encima y su consiguiente cambio cada dos por tres, dependiendo de lo que necesitase en cada momento: trabajar con ordenador, leer o conducir, por ejemplo.

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En ese momento fueron algun@s los que me dijeron "te va a costar acostumbrarte a este tipo de lente" pero lo cierto es que desde el mismo instante en que salí con ellas de la óptica ya estaba totalmente adaptada.

Supongo que con los años han evolucionado y si estás bien aconsejada y no escatimas en elegir unas buenas gafas no deberías tener ningún problema como yo.

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Y la ventaja de poder integrar varias graduaciones en un solo par de gafas que me permite disfrutar de una visión correcta tanto de lejos como de cerca en función de la parte del cristal por donde mire no tiene precio.

Las últimas que me he hecho, las de las imágenes de este post, son de Multiópticas Las Palmas, de su tienda del Centro Comercial Biosfera Plaza en Puerto del Carmen (Lanzarote). Unas progresivas de última generación, personalizadas a mis características (gracias a su personal que no escatimó tiempo en dar con las adecuadas), con lentes reducidas que apenas pesan y con un diseño de monturas un poco 'irreverentes' que me chifla.