Ahora sí, parece que va tocando hablar de sol y
fotoprotección.
La Academia Española de Dermatología no cesan en recordarnos
que las medidas para prevenir los efectos nocivos del sol sobre la piel van más
allá de la utilización de cremas y destacan entre otras cosas:
Uso de gafas
de sol homologadas
Uso de
sombrilla y sombreros de más de 7 cm de ala
Evitar
exposición en las horas centrales del día, de 12:00h a 16:00h
Utilizar
fotoprotectores por vía tópica
En mi caso, además de seguir rigurosamente estas
indicaciones, opto por la suplementación oral desde poco antes del comienzo de las sesiones en la playa casi
a diario, o sea por estas fechas.
A base de ingredientes que
neutralizan los efectos dañinos del sol, evitan la deshidratación y
pérdida de elasticidad de la piel y estimulan las defensas naturales de la
piel.
El de este verano, una vez más es de ARKOPHARMA: Arkosol (Intensivo), el
primer fotoprotector por vía oral comercializado en las farmacias españolas al
inicio de los 90. Su fórmula, envase y
galénica han ido evolucionando desde entonces para conseguir un efecto más
global en la piel y ayudándonos a conseguir un bronceado más bonito y duradero.
(Por supuesto, no sustituye al protector en crema sino que lo complementa y refuerza)